
Cuando el ser humano llegó y pisó la Luna con el Apollo 11, quizás ese referente visual que teníamos de astro inalcanzable se perdió por unos instantes.. ¿ se perdió la magia ?.
Parece con el tiempo que ese gran logro ( a pesar las teorías conspiranoicas de no haber llegado a la luna), no está suficientemente valorado hoy en día, donde el viejo sueño infantil de ser astronauta ha quedado enterrado entre consolas, mp4 o politonos.
Alguna teoría (la más aceptada) afirma que el origen de La luna se produjo por el posible impacto entre un planeta y nuestra luna. Pero existen otras teorías:
La carrera espacial tuvo en los años 50 a los 70 una explosión debido a la guerra fría entre los EEUU y la extinta unión soviética. Eso permitió que la NASA pudiera contar con un gran presupuesto para afrontar la carrera espacial. No había un interés exclusivamente científico sino un interés político y publicitario que haría que un norteamericano fuera el primero en pisar la luna.
Los misterios de la luna estarán presentes de por vida al igual que el enigmático y cinematográfico planeta de Marte, hasta que el viaje a la luna no se convierta en algo regular y cotidiano en nuestra vida y se pueda establecer una base lunar permanente que pueda desentrañar unas investigaciones profundas sobre el terreno.
No es ya puro interés científico colonizar la luna sino es una necesidad humana explorar y habitar a nuestro astro compañero en busca de respuestas no para cuatro locos sino para dar respuestas a grandes problemas de nuestro planeta y no hablo exclusivamente de los medioambientales sino incluyo a los sanitarios y sociales.
Si queremos ver a la Luna como ese compañero de grandes noches románticas y de sueños podremos seguir haciéndolo, pero también debemos mirarla decididamente como una puerta que se ha quedado olvidada para el avance y el desarrollo del ser humano.